21 de agosto de 2011

Lo que les deja la visita papal


Sueños cumplidos


Sor Teresita.




Valeria Barajuén  ha cumplido, a sus 103 años, uno de los dos sueños de su vida. Sor Teresita, como la conocen en el convento donde lleva encerrada 84 años, ha conocido al Papa durante su visita a España. Podría decirse que, si finalmente consigue llegar al cielo (después de su muerte, claro) habrá cumplido sus máximas aspiraciones vitales.

Y eso que, casi con total seguridad, ni siquiera esta última, la de conocer a Benedicto XVI,  estaba entre los deseos que la llevaron a querer vivir desde los 19 años aislada del mundo, de la realidad, en un convento de Buenafuente del Sistal, en Guadalajara. Cuenta en un libro que no tenía vocación, que se la pidió a la Virgen mucho tiempo, durante sus largas jornadas de trabajo en el campo, allá por los años 20. Que su padre las animaba a ella y a su hermana, diciéndoles que tendrían comida segura y que no tendrían que trabajar. A los 19, cuenta, recibió la llamada. Asegura que tardó en acostumbrarse, pero que con los años llegó a ser feliz.

Ayer viajó hasta Madrid. Y se entrevistó con el Papa. Y durante el trayecto hasta la capital afirma no haber abierto los ojos, para no tener distracciones. Casi 200 kilómetros de distracciones... de olores, paisajes, personas y calles, que esta buena mujer no percibe, siente, contempla… desde hace 84 años. ¿Colmará su cielo tantos años de privaciones?


Sermones del medievo

Observo perpleja a los miles de seminaristas que se han reunido para escuchar al Papa. Los medios calculan que asistieron unos 5.000 jóvenes. La mayoría veinteañeros. Observo su entrega, su atención y sigo perpleja ante las palabras que les dedica Benedicto XVI y el complejo compromiso que estos parecen adquirir en el mismo momento de ser pronunciadas. Les pide, en tono conciliador pero con aviso, que cumplan con firmeza el celibato, que sean santos. “Ingresad en el seminario, solamente si estáis persuadidos de Dios, si os llama…”, les ha dicho a los jóvenes, al tiempo que les ha pedido que no se dejen intimidar por un entorno donde el placer es uno de los máximos criterios. Una advertencia muy seria, sin duda, teniendo en cuenta la crisis de vocaciones que hay (este aviso quizá haga a muchos replantearse su situación teniendo en cuenta ciertamente la cantidad de tentaciones que pululan en este ambiente tan pecador del siglo XXI).


Seminaristas, asistentes a la JMJ.


El entorno, el placer... ¿Son esos los problemas? ¿Es el aislamiento social la solución para evitar tentaciones? Dado el gran número de –abominables- casos de pederatia que corroboran lo antinatural del voto de castidad y el daño irreparable que tantos sacerdotes han hecho a cientos de niños y niñas, ¿no es hora de abandonar sermones de la Edad Media y apostar por un discurso más aperturista que acabe con obligaciones antinatura como el celibato?


Y para olvidar

En un lapsus (quiero pensar que imbuida por el ambiente), a la periodista de TVE que retransmitía la audiencia del Papa a un grupo de personas con discapacidad, se le escapa: “Un bebe de 18 meses con un tumor cerebral incurable es recibido por el Papa, a la espera, quizá, de un milagro”. ¿Se puede ser más inorportuna dentro de la oportunidad que ofrecía el momento?

La visita ha sido eterna y parasá a la eternidad a partir de hoy. AMÉN.

1 comentario:

  1. Esta visita ha sido muy dura y muy surrealista para los que vivimos en Madrid. No entiendo nada de esta sociedad. Amén

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