26 de enero de 2012

24 de enero de 2012

Crónicas urbanas. La indignación de los mansos.

La mujer está frente al cajero. Busca en el amplio bolso la cartera. Saca llaves, neceser. Ni rastro del monedero. Absorta en su búsqueda infructuosa no se ha percatado de que con paso indeciso se acerca una muchacha. Piel oscura, manos sucias. En su regazo lleva a un bebé. Dormita casi inerte, ajeno a los movimientos de su madre.

La mujer ha logrado encontrar la cartera y ha sacado la tarjeta de crédito. Se dispone a introducirla, cuando dos jóvenes que caminan junto al cajero le gritan:

- Cuidado señora, que se le acerca la rumana esa y uno no se puede fiar de esa gente.

La mujer se ha vuelto y ha mirado la cara resignada de la muchacha de piel oscura. Es evidente que ha escuchado el grito de las jóvenes. Tal vez no tiene fuerzas para volverse a responder. Tal vez piense que bastantes problemas tiene ya como para encararse con el ánimo encendido de las que ya se alejan insúltandola, ahora con voz más templada.

- Deme algo señora, por favor, para el bebé.

Y la señora mira a la muchacha de piel oscura. Y al bebé. Y a las jóvenes que se alejan. Y grita:

- ¿Cuidado? Cuidado con las palabras. También hay españoles que roban, y mucho dinero, y esos no están en la cárcel.

Ante el grito sorpresivo y sin entender muy bien la queja, la muchacha ha agarrado al bebé muy fuerte y camina ya deprisa calle abajo.


Así prohibía una tienda de Mallorca la entrada a estas personas.


22 de enero de 2012

¿Sin papeles? ¿Ilegal?

Imagine que, por una de esas piruetas de la vida, después de una increible noche con sus amigos, sale de aquel pub, se pone el abrigo y ¡zas! no tiene la cartera. Sin el poco dinero que le quedaba, sin DNI y sin tarjetas de crédito, se ve obligado a ir caminando a casa. Unos 30 minutos. Son las 5 de la mañana y, en breve, la ciudad empezará a despetarse. Con este pensamiento en la cabeza acelera el paso para que el día le coja en la cama.

Llega el domingo y el lunes y después el martes. El miércoles el banco le envía las tarjetas canceladas por correo certificado. Y llega el jueves y pasa una semana y otras más. Y cuando se da cuenta lleva un mes sin DNI. Cosas que pasan: no ha necesitado pagar con tarjeta, ha hecho las gestiones y transferencias por internet y, sin darse cuenta, han pasado 30 días sin su Documento Nacional de Identidad. La única pega es que se ha dado cuenta de que debía de haberlo solicitado cuando el policía nacional le mira con cara de pocos amigos en un repentino control que le coge camino a casa.

- No tiene el DNI. Tampoco el carné de conducir.
- No, señor, me robaron y no los he sacado de nuevo. Se me ha pasado...
- Se le ha pasado. ¿Sabe cuál es la multa por no tener identificación?

No tener identificación: falta administrativa.

De pronto, y sin quererlo, usted se siente un sin papeles, un indocumentado. Una persona que camina por la ciudad sin un papel en el que poder demostrar un nombre, un lugar de nacimiento, su edad. ¿Y? Que el policía acabará poniéndole la multa y lo dejará ir, no sin un buen susto en el cuerpo.

Sin embargo, el camino no ha terminado. Y al parar su coche frente al semáforo de la calle que desemboca en casa, la casualidad hace que un coche de la Policía Nacional se pare, de nuevo, junto a usted y apague el motor.

- No, otra vez no- se dice para sí mismo en un grito ahogado.

Pero dos agentes se han bajado antes de que el semáforo se ponga en verde y ni siquiera le han mirado. Se han fijado, sin embargo, en el nigeriano que vende pañuelos. Lleva un gorro de cowboy y sonríe sin parar a todos los conductores hasta que se percata de la presencia de los agentes. Su gesto se borra.

- Identificación.
- ¿Identificación?
- P A P E L E S
- No tengo papeles.
- Acompañenos, por favor.

Y ahí se acaba el día de Romeo, Arfan, Fifty u otros muchos que se levantan por la mañana y llegan a su semáforo deseando un golpe de suerte.

Detención aleatoria. Preguntas sin respuesta. Papeles sin nombres. Una falta administrativa. Otra vida en el CIE. Centro de Internamiento para (algunos) extranjeros.

Hay quien ha podido contar, denunciar, que apenas se les reparte comida, que no hay higiene, que los mantienen retenidos, incomunicados. Presos sin delito. Y su historia no se resume en ningún pasaporte ni DNI. Si sus papeles dieran razones, quizá, se humanizaran nuestras acciones.

Una falta administrativa, una multa, una reprimenda.

Encarcelado. Sin derechos. Sine die.

#RazonesCIErre

Notas:
- Razones para el cierre de los CIE

- Que el derecho no se detenga a las puertas de los CIES. "Mi papá nº 22886"

- Un juez cuestiona el "palmario hacinamiento" de un Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid
Es el mismo en el que una mujer congoleña, que estaba interna hasta horas antes, murió por una meningitis. El juez critica el hacinamiento y la falta de una habitación para enfermería en el centro

16 de enero de 2012

ESCLAVAS DEL SIGLO XXI: ¿Habría mujeres prostituidas si no hubiera clientes?

SE VENDE SEXO
SE COMPRA DOLOR



- ¡Eh! negrita, ¿cuánto vales?
-¡Eh! puta, negra, ven aquí.
Su voz se quiebra:
- Imagina cómo me sentía… ¡Me sentía sucia! Estaba humillada.
Inmigrante. Entre 18 y 25 años. Nivel educativo bajo. Pobre y con cargas familiares.  Millones de mujeres con este perfil son vendidas anualmente en todo el mundo como esclavas sexuales. No hay cifras oficiales, ni el fenómeno figura, en la actualidad, como prioridad en las agendas de los gobiernos.
“En casa las cosas no iban bien y mi madre me mandó a España, pero sin decirme qué tipo de trabajo iba a hacer. Durante el viaje me violaron y me robaron. Pasé hambre… Después, el viaje en patera: diez horas. Frío. Mucho dolor. Miedo… Me amenazaron con dañar a mi familia, me maquillaron… Tenía tantos clientes como fuera posible hasta que pagara mi deuda: ¡¡40.000 euros!! ¡¡40.000 euros!! ¡Imagina! Me sentía sucía… ¡Eh negrita! ¿Cuánto vales?... Mi sueño de una casita en mi país, una familia, unos hijos se ha roto… sólo existe el hoy: hace cuatro meses me enteré de que tenía SIDA.”
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estudió por primera vez el funcionamiento de las redes de trata de seres humanos en 2006, aunque no fue hasta 2009 cuando propuso recomendaciones y medidas concretas para combatir el fenómeno. Este organismo analizó la situación de las víctimas y las posibles soluciones en 155 países. Sus propuestas hicieron que en sólo dos años los Estados duplicaran las medidas para luchar contra la trata. Esto ocurrió hace dos años: sólo dos años desde que los Estados, los gobiernos del mundo tomaran conciencia de la existencia de este fenómeno, del drama que viven miles de mujeres en sus calles. Pese a todo, este problema sigue siendo secundario en las políticas estatales de la mayoría de países y la ONU reconoce que, hoy por hoy, una de las incógnitas sin respuesta es conocer el alcance real del fénomeno del trafficking.

La diferencia entre el tráfico ilegal de personas y la trata supone mucho más que el simple desplazamiento organizado de seres humanos y con fines de lucro. La trata implica, además, fuerza, engaño, coacción y abuso de poder, teniendo como objetivo principal la explotación sexual, la esclavitud o el trabajo forzado.
Al respecto, Amparo Díaz Ramos, abogada y coordinadora del Turno de Oficio Contra la Trata del Colegio de Abogados de Sevilla, añade: “Se da una vulneración de los Derechos Humanos no sólo cuando existe trata, sino también cuando hay explotación sexual en la que no hay un elemento de tráfico. Cuando no existe una situación de traslado de un sitio a otro, pero las mujeres sufren una situación degradante y están obligadas o sometidas. Incluso en los casos en los que no están siendo violentadas para ejercer la prostitución, la persona que se beneficia de esa explotación sexual también está cometiendo un delito perseguible a través de nuestro Código Penal”.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que la trata con fines de explotación económica o sexual podría afectar a unos 2,5 millones de personas en todo el mundo cada año.

De entre estas estimaciones, España sobresale en el ranking: es uno de los principales países de tránsito y destino de estas mujeres y niñas en toda Europa: más de 300.000 personas podrían vivir en un régimen de esclavitud, siendo víctimas de trata y de las mafias más despiadadas, según datos de la Unidad de Violencia de Genéro del Ayuntamiento de Sevilla. Con este telón de fondo, y siguiendo las recomendaciones de Naciones Unidas, el Gobierno español aprobó en 2009 el Plan Integral de Lucha Contra la Trata (2009-2011), logrando cercar un poco más a las mafias y humanizando a las verdaderas víctimas: las mujeres prostituidas.
Aún así, las cifras siguien siendo un escándalo: el negocio de la prostitución mueve en España más de 18.000 millones de euros al año. Más de un millar de anuncios de contactos aparecen a diario en los periódicos españoles, reportándoles 13.000 euros de beneficios al día. Cuatro de cada diez hombres españoles reconoce haber pagado por sexo alguna vez en su vida.
¿Es un fenómeno imparable? ¿Cómo se puede combatir? ¿Por qué la sociedad es tan permisiva con los clientes? ¿Son estas mujeres víctimas, además, de esa permisividad? ¿Es conciente la ciudadanía del drama?

Conoce la historia de mujeres valientes que lograron escapar de la prostitución y conciencia a los que te rodean de que ellas son VÍCTIMAS Y NO OBJETOS SEXUALES. Lee más en Meridiam (reportaje de Portada páginas de la 20-27)