31 de agosto de 2011

Perspectivas. El Egipto de Mubarak.


 Nunca en calma, siempre contradictorio: ¿el país de los milagros que diriía Naguib Mahfuz?


El Cairo, en contaminada nebulosa.



La ciudad vigía: el vigilante vigilado.




 
La Pirámide observa atónita.

En Assuan... El Nilo...







En El Cairo... también El Nilo.




La esperanza está ahí fuera.





23 de agosto de 2011

Espejos




Cuando encendió la luz, se encontró de frente ante sí misma. Se tapó los ojos, con las manos abiertas, los dedos muy juntos. La bombilla del techo destelleaba, agonizaba en mitad de un espacio gris, como evitando dejar en penumbra aquellos cuerpos enfrentados, a punto de estallar. Una pequeña pelusa, volátil, rozó su pulgar. El pie derecho se levantó del suelo, por simple inercia, despistando los dedos de la mano, que levemente se abrieron ante el espejo, dejando entrever una voluptuosa onda de carne grasienta junto al ombligo. Los dedos volvieron a entablillarse y los ojos, aún en la oscuridad, se cerraron muy fuerte, como horrorizados ante una visión por otra parte esperada.
Cinco minutos después de despojarse de la ropa, un escalofrío, breve, electrificó el bello de todo su cuerpo. Con los ojos aún cerrados, sellados, se agachó y tentó el suelo. Una mano desnuda palpaba desconfiada a un lado. A otro. Trantando de evitar la legión de pelusas que esperaban su momento en los rincones de aquel cubículo. La otra mano, el brazo entero, se extendía hacia al espejo, como hablándole, como implorándole que no le escupiera a la cara una imagen que evitaba en estas situaciones. Por fin encontró el vestido.  Levantó una pierna, después la otra y lo introdujo hasta la cintura, muy despacio. Después metió el brazo en una manga, luego la izquierda. Cogió la cremallera, ubicada en el lado derecho, trató de subirla no sin esfuerzo: el vestido le bailaba de un lado a otro y la cremallera se atascaba, se quedaba pillada entre la tela sobrante.
Los ojos, todavía cerrados. Las manos alisan ahora la parte delantera del traje, preparándolo para la imagen final. Sólo una voz interrumpe la escena.
-Sofia, la 34 no la tienen. ¿Cómo te va la 36?


Nota: El 6% de las mujeres españolas tiene anorexia o bulimia, según la Fundación Imagen y Autoestima. Esta organización arroja, además, los siguientes datos:

- El 65% de los adolescentes españoles está insatisfecho con su cuerpo.
- El análisis de las revistas juveniles más leidas por chicas constata que un 25% de los anuncios que aparecen invita explícitamente a la pérdida de peso.
- Las niñas que informan a sus padres de que desean una figura más delgada de la que creen tener presentan una menor autoestima.
- El 40% de las mujeres afirma tener problemas para encontrar su talla de ropa y en la mayoría de las situaciones (43, 4%) el motivo es que la talla es pequeña.

La falta de unificación de tallas tiene efectos psicológicos

La propuesta sobre la unificación de tallas que anunció el Gobierno en 2008 ¿en qué quedó?


22 de agosto de 2011

Perspectivas. Paraisos.

Esto también es Grecia, sólo hay que mirar más allá de los titulares de prensa.




Atardecer en Santorini, Islas Cícladas.

Puerto de Naxos, Islas Cícladas.

Mágica Mikonos, Islas Cícladas.

Volcánica Santorini, Islas Cícladas.



21 de agosto de 2011

Lo que les deja la visita papal


Sueños cumplidos


Sor Teresita.




Valeria Barajuén  ha cumplido, a sus 103 años, uno de los dos sueños de su vida. Sor Teresita, como la conocen en el convento donde lleva encerrada 84 años, ha conocido al Papa durante su visita a España. Podría decirse que, si finalmente consigue llegar al cielo (después de su muerte, claro) habrá cumplido sus máximas aspiraciones vitales.

Y eso que, casi con total seguridad, ni siquiera esta última, la de conocer a Benedicto XVI,  estaba entre los deseos que la llevaron a querer vivir desde los 19 años aislada del mundo, de la realidad, en un convento de Buenafuente del Sistal, en Guadalajara. Cuenta en un libro que no tenía vocación, que se la pidió a la Virgen mucho tiempo, durante sus largas jornadas de trabajo en el campo, allá por los años 20. Que su padre las animaba a ella y a su hermana, diciéndoles que tendrían comida segura y que no tendrían que trabajar. A los 19, cuenta, recibió la llamada. Asegura que tardó en acostumbrarse, pero que con los años llegó a ser feliz.

Ayer viajó hasta Madrid. Y se entrevistó con el Papa. Y durante el trayecto hasta la capital afirma no haber abierto los ojos, para no tener distracciones. Casi 200 kilómetros de distracciones... de olores, paisajes, personas y calles, que esta buena mujer no percibe, siente, contempla… desde hace 84 años. ¿Colmará su cielo tantos años de privaciones?


Sermones del medievo

Observo perpleja a los miles de seminaristas que se han reunido para escuchar al Papa. Los medios calculan que asistieron unos 5.000 jóvenes. La mayoría veinteañeros. Observo su entrega, su atención y sigo perpleja ante las palabras que les dedica Benedicto XVI y el complejo compromiso que estos parecen adquirir en el mismo momento de ser pronunciadas. Les pide, en tono conciliador pero con aviso, que cumplan con firmeza el celibato, que sean santos. “Ingresad en el seminario, solamente si estáis persuadidos de Dios, si os llama…”, les ha dicho a los jóvenes, al tiempo que les ha pedido que no se dejen intimidar por un entorno donde el placer es uno de los máximos criterios. Una advertencia muy seria, sin duda, teniendo en cuenta la crisis de vocaciones que hay (este aviso quizá haga a muchos replantearse su situación teniendo en cuenta ciertamente la cantidad de tentaciones que pululan en este ambiente tan pecador del siglo XXI).


Seminaristas, asistentes a la JMJ.


El entorno, el placer... ¿Son esos los problemas? ¿Es el aislamiento social la solución para evitar tentaciones? Dado el gran número de –abominables- casos de pederatia que corroboran lo antinatural del voto de castidad y el daño irreparable que tantos sacerdotes han hecho a cientos de niños y niñas, ¿no es hora de abandonar sermones de la Edad Media y apostar por un discurso más aperturista que acabe con obligaciones antinatura como el celibato?


Y para olvidar

En un lapsus (quiero pensar que imbuida por el ambiente), a la periodista de TVE que retransmitía la audiencia del Papa a un grupo de personas con discapacidad, se le escapa: “Un bebe de 18 meses con un tumor cerebral incurable es recibido por el Papa, a la espera, quizá, de un milagro”. ¿Se puede ser más inorportuna dentro de la oportunidad que ofrecía el momento?

La visita ha sido eterna y parasá a la eternidad a partir de hoy. AMÉN.

16 de agosto de 2011

Posos de Humanidad

Sentado en una de las sillas desvencijadas de la cafetería, Jamal Salti, mira el fondo de su taza de café como buscando alguna respuesta en los posos. Da una vuelta a la cuchara. Otra. Pero no descubre nada. Con la mirada perdida en alguna parte, un escalofrío le recorre el cuerpo: 25 de enero. La piel se le eriza de nuevo, y esta vez, advierte que no es el frío el que le ha puesto los pelos de punta. La puerta de la vieja cafetería se ha abierto de pronto y el comisario Gutiérrez ha pedido un cortado.

Premio Ortega y Gasset 2006. Autor: Sergio Caro.

Cubrió sus brazos y piernas con cartón y se envolvió las manos con trapos para evitar que los espinos de la verja le desgarraran el cuerpo. Entre sueños aún recuerda a Jalil desparramado entre los matojos y a Nasr tratando de levantarlo con las manos hechas jirones y esquivando los disparos de la Gendarmería. Corrió entre las sombras y consiguió llegar. Pisó suelo español. “Nada más caer de la valla, besé la tierra”. La misma tierra que arropó sus pasos durante los siete días que caminó desde la frontera argelina hasta Nador, para después saltar la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos.

El comisario Gutiérrez se ha tomado el café y, sin mediar palabra, ha dejado un euro en la barra y ha vuelto a la calle. Jamal ha seguido cada movimiento casi sin respiración, esperando que en algún momento el comisario se girara hacia él y le pidiera los papeles otra vez.

- Nombre.
- Jamal Salti.

Sentados cara a cara. El policía revisa varios informes. Lo hace despacio. Alterna la mirada entre documentos ininteligibles y los ojos aterrorizados del interrogado

- ¿Cuándo has llegado?
- ¿Tienes familia en España?
-¿Permiso de trabajo, de residencia?

Sin papeles. Ilegal. Tres palabras que deambulan permanentemente en su cabeza. Da igual lo que hayas hecho, quien seas, de dónde vengas. Sin papeles, ilegal. Sentado al fondo de la vieja cafetería, Jamal sigue centrado en los posos de su café. Es 25 de enero. Dos años después de pisar España, sigue sin conseguir el permiso de trabajo. Mueve de nuevo la cuchara y nada. No ve nada. Sólo el fondo de la taza. Negro.            

- Ey ánimo, hombre… ¿Otro cafelito? Venga, que este te lo invito yo.

Y Jamal vuelve a la realidad. Y mira a Paco, y con ojos tristes le regala su mejor sonrisa: “Esa máquina prepara el mejor café de Madrid”.


Nota: HUYEN a pie, a nado, moribundos. La pregunta es simple: ¿Estará el problema migratorio en las agendas de los Gobiernos del Primer Mundo algún día? Pero no como una cuestión de fronteras si no en clave humanitaria: No hay verjas, ni oceanos que puedan frenar el instinto de supervivencia.


Este gran reportaje lo resume casi todo:
El Bosque, por David Berlanga (Barra Libre), Premio Periodista Joven La Pepa 2010.

12 de agosto de 2011

Binomios. Músicas mágicas.

Es cierto. No entiendo ni una palabra. Pero la música es magia y, a veces, una simple canción te hechiza. No hay más.






11 de agosto de 2011

Cosas y casos de esta España nuestra.




Monte Hijedo.                          Autor: Jesús Llaneza


José Carlos Lantarón Pérez es un tipo aparentemente normal. Podría decirse, incluso, que es un tipo afortunado: vive en uno de los parajes más bonitos de Cantabria y por qué no, de España, Las Rozas de Valdearroyo. Un tipo seguramente afable con sus allegados y amigos. Un tipo que, sin embargo, en 2001 decidió coger un bidón de gasolina, prender una cerilla y cargarse cinco hectáreas de arbolado y matorral del monte Dehesa y Aviejadas, y del monte Hijedo, pendiente de ser declarado Parque Natural y de entrar a formar parte de la lista de las Reservas de la Biosfera, dentro del programa MAB de la UNESCO.

José Carlos Lantarón Pérez, el tipo, quizá, afable, y aparentemente normal, se declaró culpable del delito y fue condenado a seis meses de cárcel y al pago de una multa de 1.800 euros. Fue condenado, además, a indemnizar con 4.713 euros al Ayuntamiento de Las Rozas de Valdearroyo por los daños causados a los montes del municipio y con 204 euros al Gobierno de Cantabria por el dinero que costó apagar los fuegos.

Este tipo, afortunado sin duda, ha sido nombrado concejal de Medio Ambiente por el  alcalde de Las Rozas de Valdearroyo. Sí, sí, la misma localidad a la que tuvo que indemnizar por provocar varios incendios en una de las masas boscosas más importantes de Cantabria.

Según denuncia el partido regionalista, el alcalde de Las Rozas ha delegado en su socio de gobierno, el único edil del PP, el mismo José Carlos Lantarón Pérez, las competencias de Medio Ambiente, Urbanismo y Obras Públicas, así como la primera Tenencia de Alcaldía. Los regionalistas ponen en cuestión que Lantarón Pérez sea "la persona más idónea para gestionar un área tan sensible para el municipio".

El mundo al revés, que escribiría hace años el maestro Galeano. Por cierto, muy recomendable...


Eduardo Galeano, Patas arriba. La escuela del mundo al revés.


10 de agosto de 2011

Crónicas Urbanas. Macabra cotidianidad.


Tumbado en la acera, dormita a la sombra de un escuálido naranjo. 40 grados. Junto al raído colchón, restos de pan y fiambre. Varias botellas de vino y cerveza culminan ese desdibujado bodegón que fue la cena o, quizá, la primera comida del día. Las dos de la tarde. Algunas mujeres salen del supermercado y miran de soslayo. Pena. Molestia. Costumbre: Ya es parte del paisaje de la calle Venecia.

- Con mi paguita compro to los días mi tostaíta- dice a voz en grito, mientras el camarero le pone el desayuno algunas mañanas de lucidez.

Después regresa a su esquina, a su raído colchón, a su botella de vino, a sus 60 años de borrosos recuerdos. Y vuelve a encajarse como una pieza más del paisaje cotidiano de la calle: ese puzzle macrabro que conforma la rutina diaria.

Nota: Los que figuraban en 2010 en los informes oficiales superaban los 13.000. ¿Y el resto?

9 de agosto de 2011

Crónicas Urbanas. El último de la fila.





- Perdone, ¿para hacer una pregunta?
- Es esta fila.

La mujer abre mucho los ojos, se pone la mano en la frente y trata de divisar el final de la cola.

- ¿Seguro que es ésta la cola para hacer una pregunta?
- Sí, señora, ésta es la cola de información. Yo estoy aquí para coger cita previa.
- ¿Cita previa?
- Sí, para darme de alta como desempleada.


Nota: Medidas que se implantan a medias. La cita previa, existe. Medios para hacerla real, no. Resultado: Para solicitar cita previa, también hay que hacer cola...


El Inem implantará la cita previa para las colas en las oficinas de empleo.