La mujer, cara a cara con Dios.
Silenciadas. Centradas en la maternidad. Recluidas en el hogar. El papel clave de las mujeres en la sociedad ha sido invisivilizado por una cultura históricamente dirigida por hombres y afianzada por las distintas religiones. Sin embargo, hoy, en el siglo XXI, las mujeres se niegan a acatar cuestiones morales impuestas y reivindican ser dueñas de su cuerpo, tener identidad propia y ocupar el lugar que culturalmente se les ha negado, también en el ámbito religioso: los movimientos feministas empiezan a brotar en la base de las tres religiones del libro como el motor necesario del cambio. Sin intermediarios, musulmanas, cristianas y judías miran hoy a Dios cara a cara con la certeza de que la igualdad también llegará a los púlpitos.
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